El Hombre Primordial es atípica en todo. Habla de sexo, religión y política, despliega un nivel de violencia escabroso prolijamente ornamentado con una sutil pátina de poesía, y hasta se da el lujo de indagar en un personaje que tiene síndrome de Down.
Realmente impredecible, impactante, conmovedora. El resultado es una gema extraña de la Historieta Argentina.