Reseña del libro "Los Limites Nacionales: Malvinas, Antartida y Otras Cuestiones Limitrofes"
Guillermo Gandió no es historiador, pero ingresa a la Historia de nuestra conformación territorial no para reformularla, sino para mover a una hermenéutica razonable: ¿en el pasado, hemos buscado la verdad o solo a la mera satisfacción de nuestro ego inmaduro? Si la Historia es ciencia, su objeto es encontrar la verdad y con ella la justicia y la libertad. ¿Lo hicimos?, o, ¿Lo estamos haciendo? ¿Continuaremos pretendiendo tener siempre razón o buscaremos justificarnos, sin reconocer 'ante la posteridad' graves equívocos, mientras lo único que progresa en nuestra querida Patria es el más amplio retroceso? Eduardo Julián Canosa, veterano antartico, residió en nuestras Malvinas y recorrió toda la Patagonia, aterrizando en cada palmo del enorme plato desértico, con pequeños aviones a pistón. Así aprendió a amar a ese suelo frío y duro y a sus esforzados pobladores. Su visión austral, haciendo estribo en las reflexiones de Guillermo Gaudio, nos coloca en este presente inaudito y ante la situación de esa área estratégica principal, abriendo las probabilidades nacionales hacia el futuro para recuperar las Islas irredcntas y capitalizar el enorme esfuerzo de nuestros pioneros en la Antártida, cuando la humanidad decida resolver qué hacer con ella.Claros objetivos, conformando el futuro escenario deseado, debieran de llevamos a superar la ciega confrontación que divide, a los odios sectarios y a las sordas revanchas que nos hacen a todos perdedores. Los dirigencias sanas son mayoría en el país. Ha llegado la hora de asumir compromisos. La tarea es inmensa y riesgosa, pero el amor a nuestra bandera debe superar a la cobardía. No podernos dejar a nuestro futuro en manos de quienes se han apartado de la virtud. Pero cuando esta tendencia aparece en un país de prosperidad fácil, como es Argentina, donde aún hoy, y a pesar de la ostensible decadencia económica, hay fuerzas de reserva para hacerlo resurgir siguiendo el ejemplo de nuestra generación procer, se va instalando en el inconciente colectivo de la mayoría de la población la imagen de un país perdedor, destinado por fatalismo a que así sea.Y nada hay más equivocado que ello. Excluyendo el caso Malvinas, Argentina siempre mantuvo la integridad de su territorio.Y es exactamente sobre el caso Malvinas, así como también sobre Antártida, hacia donde dirigiremos nuestros mayores esfuerzos para hacer comprensible nuestra difícil situación y como podemos revertiría.Esos dos temas serán, a no dudarlo, el núcleo duro de nuestro trabajo.Creemos, quizás de una forma casi mágica que, despejando nuestra historia de lamentaciones inútiles, ineficaces e injustas, podremos reencauzar las energías de la Nación para no perder definitivamente lo que sí es nuestro, Malvinas, y no perder o desperdiciar a futuro nuestras posibilidades antarticas.De nada sirve vivir en la queja constante. En realidad lo valioso es encontrar la estrategia para preservar nuestros intereses, no aquellos que pertenecen al pasado sino aquellos que están en nuestro presente y en nuestro futuro.
